miércoles, 20 de junio de 2012
El gato negro
Recuerdo esa noche muy bien. Regresé a casa tarde, completamente alcohólico otra vez. Yo no entendía por qué Pluto no se alegró de verme. El gato se mantenía alejado de mí. ¡Mi Pluto no quería estar cerca de mí! Lo cogí y lo levanté, sosteniéndolo fuerte. El tuvo miedo de mí y mordió mi mano.
Luces en el cielo
Esta historia le ocurrió a un amigo (Juan), cuando fue de pesca con un compañero de trabajo a una costa alejada de la ciudad de Mar del Plata.
Era las 12 de una noche fría, una noche en la que el mar traía una suave brisa.
Juan y su compañero se sorprendieron al divisar una luz brillante que se movia de un lado para el otro en el cielo estrellado.
Entre risas Juan utilizó una linterna alógena que guardaba entre sus cosas para hacerle señas. Tras unos minutos, Juan dejó de jugar con ella y ambos volvieron a la pesca. la luz desapareció.
Minutos después sintieron que algo los iluminaban desde arriba. La intensa luz volvió pero esta vez mas de cerca y los cubrió por unos 30 segundos, durante los cuales se quedaron inmóviles sin saber qué hacer. Tras esto la luz se perdió en la oscuridad del cielo otra vez. Los hombres se miraron entre ellos tratando de explicarse lo ocurrido.
Era las 12 de una noche fría, una noche en la que el mar traía una suave brisa.
Juan y su compañero se sorprendieron al divisar una luz brillante que se movia de un lado para el otro en el cielo estrellado.
Entre risas Juan utilizó una linterna alógena que guardaba entre sus cosas para hacerle señas. Tras unos minutos, Juan dejó de jugar con ella y ambos volvieron a la pesca. la luz desapareció.
Minutos después sintieron que algo los iluminaban desde arriba. La intensa luz volvió pero esta vez mas de cerca y los cubrió por unos 30 segundos, durante los cuales se quedaron inmóviles sin saber qué hacer. Tras esto la luz se perdió en la oscuridad del cielo otra vez. Los hombres se miraron entre ellos tratando de explicarse lo ocurrido.
De pronto, ambos se sintieron extraños. Sentían calor, y ya no corría esa brisa que provenía del mar. Decidieron irse. Por instinto, Juan miró su reloj antes de partir. Para su sorpresa, el mismo marcaba las 4 de la mañana...

Fantasma del Puente

Cuenta mi padre que es una persona enteramente no creyente, que al salir una tarde al colegio llevaba sus libros atados con una cuerda, pensando en como resolver aquella noche su examen de literatura, aún faltaban 20 minutos para caer el sol y caminaba deprisa para no atrasarse a la hora de su entrada.
Obligada a su camino diario exigía que pasara por un antigüo puente de piedra con poca altura en relación al río.
Esa tarde me dijo que había crecido el río por una tormenta y resultaba bastante estrepitosa la corriente.
Al terminar la clase por la noche y después de haber superado el examen de literatura se encaminó a casa junto con un amigo para hacer el camino más llevadero, al alcanzar la calle que acerca al rio los dos miraron muy a lo lejos una extraña luz que se vislumbraba entre las sombras.
Simplemente siguieron caminando pero poco a poco al acercarse al puente miraron como esa luz tenue danzaba como de lado a lado, haciendo zig-zag en medio del río, sus ojos no daban crédito a la luz que cada vez se iba acercando más a ellos.
Pronto detuvieron su camino y pudieron ver desde la mitad del puente la figura de un espectro que flotaba de pie sobre las turbulentas aguas con una pesado tronco sobre su espalda, su cabello largo y oscuro completamente mojado. Lo último que recuerda mi padre y su amigo antes de quedar por unos largos minutos catatónicos del miedo, es que era como un hombre sin rostro.
Aquella noche no llovió pero al volver nuevamente en si, tanto el cómo su amigo estaban completamente mojados y sus libros habían desaparecido, solamente quedaban las cuerdas.
Al no llegar pronto a casa mi abuelo, que en paz descanse, bajó en su búsqueda y encontró a los muchachos aún temblando, sin saber que decir y como decirlo..
Mi abuelo pensó que les había escupido el río, no daba crédito a lo que habían visto, entonces los tres escucharon un extraño ruido como un lamento al otro lado del rio y el mismo espectro desaparecía entre la bruma del rio.
Mi padre no pudo dormir bien en mucho tiempo y su amigo se le encaneció el cabello, mi abuelo decidió que nunca más volverían a pasar solos por aquel camino.
la figura negra
Me encanta el verano! Siempre voy al pueblo de mi padre y me junto con
otros chavales que tampoco viven allí pero que vuelven todos los años.
Pasamos los días en la piscina y las noches bebiendo y riendo. Solemos
estar bebiendo y fumando todos los amigos en un claro que hay en un
pinar cerca del pueblo. Mi padre me dice que no entremos allí..que no es
un sitio adecuado para estar de noche...pero chulísimo, se está muy
agusto, y además nunca hay nadie. No entiendía porque me daba esa
advertencia hasta que una noche sucedió algo que nunca podré olvidar.
Estabamos
allí de risas y hablando de nuestras cosas hasta que en un momento de
la noche una amiga, Silvia, empezó a ponerse blanca. Gritaba temblando
que en la oscuridad, entre los pinos, había alguién o algo...estaba
quieto mirándola muy fijamente...Todos comenzamos a reir bromeando y le
dijimos que dejara de beber. Ella no salía de su temor...ya no veía la
figura pero estaba segura que no se la había imaginado. Varios nos
ofrecimos a ir hasta el sitio para que se convenciera de que no había
nada ni nadie.
Tras la comprobación a Silvia se le pasó el susto. Todos seguimos riendo y charlando cuando esta vez fui yo el que se sentía observado por alguién. Esa hombre...pálido mirándome fijamente...¡¡ERA VERDAD!!. Me entró tal desesperación que comencé a gritar. Silvia lo volvió a ver y también gritaba. Nadie entendía nada pero nos pedían que parasemos...la broma se estaba haciendo pesada. Nosotros insistíamos: "no es una broma. ¿Acáso no le veís?" Nadie le veía...había vuelto a desvanecerse.
Algunos fueron a mirar otra vez...¡nada! Seguimos allí pero yo ya no estaba nada agusto...de repente Raúl gritó un fuerte "Dios, ¿Qué es eso?" de una forma agónica, se levantó y empezó a correr hacía el pueblo...todos le imitamos. No tuve tiempo de girarme y mirar, pero sé lo que vio. Esa figura de mirada pálida penetrándote...
Nunca más volvimos allí...nadie de nosotros se ha atrevido nunca a comentarlo...pero estoy seguro que no somos los únicos que lo hemos visto. Ya sé porque mi padre me decía que no entráramos allí... y porque nunca me decía la razón. Él, al igual que yo, no quiere nombrarlo nunca más.

Tras la comprobación a Silvia se le pasó el susto. Todos seguimos riendo y charlando cuando esta vez fui yo el que se sentía observado por alguién. Esa hombre...pálido mirándome fijamente...¡¡ERA VERDAD!!. Me entró tal desesperación que comencé a gritar. Silvia lo volvió a ver y también gritaba. Nadie entendía nada pero nos pedían que parasemos...la broma se estaba haciendo pesada. Nosotros insistíamos: "no es una broma. ¿Acáso no le veís?" Nadie le veía...había vuelto a desvanecerse.
Algunos fueron a mirar otra vez...¡nada! Seguimos allí pero yo ya no estaba nada agusto...de repente Raúl gritó un fuerte "Dios, ¿Qué es eso?" de una forma agónica, se levantó y empezó a correr hacía el pueblo...todos le imitamos. No tuve tiempo de girarme y mirar, pero sé lo que vio. Esa figura de mirada pálida penetrándote...
Nunca más volvimos allí...nadie de nosotros se ha atrevido nunca a comentarlo...pero estoy seguro que no somos los únicos que lo hemos visto. Ya sé porque mi padre me decía que no entráramos allí... y porque nunca me decía la razón. Él, al igual que yo, no quiere nombrarlo nunca más.
Fantasma en la Carreterra
En esta ocasión vamos a realizar turismo
fantasmagórico y es que queremos conocer algunos de los más populares
fantasmas.
Comenzando por uno de los casos más misteriosos que se ha podido hallar en Portugal, Sintra para ser más exactos, el del fantasma de Teresa Fidalgo, también denominado como “El fantasma de la curva”. La historia tras este personaje es muy similar a la leyenda urbana que habla de recoger a gente de la carretera, siendo la peculiaridad de este caso el hecho de que exista un video en el mismo instante en el que el alma en pena sube al automóvil y le cuenta su historia a los ocupantes del vehículo. Al final se puede presenciar un accidente del cual solo uno de los ocupantes saldría vivo y como es fácil imaginar, el video sería altamente comentado por los medios portugueses (tanto a favor y contra). Debido a los pocos datos no se puede dar fé sobre que tan verídico resulta, siendo hoy parte de la cultura popular portuguesa, habiendo gente que asegura haber vivido hechos similares, documentales y reinterpretaciones de la historia. Vídeo del Fantasma |
viernes, 15 de junio de 2012
Edward Mordrake, el hombre con dos rostros
Edward
Mordrake era un inglés que tenía un rostro extra en la nuca.
De acuerdo a las historias que se cuentan de él, el rostro no podía hablar ni comer, pero podía reír y llorar.
Edward suplicó a los médicos que le extrajeran este gemelo demoniaco porque, supuestamente, le susurraba cosas horribles en la noche, pero ningún médico se atrevió a intentarlo.
Edward cometió suicidio a la edad de 23 años.
En él se dice que Edward Mordrake era heredero de una familia noble de Inglaterra, su gemelo parásito era en realidad ella y hasta se escribió una opera con su historia llamada "Poor Edward".
Además encontré este otro relato:
“Una de las historias más raras así como de las más melancólicas de la deformidad humana es la de Edward Mordrake, quien iba a ser el heredero de una de las familias más nobles de Inglaterra. Sin embargo nunca reclamó el título y se suicidó a los veintitrés años. Vivía en un retiro absoluto, evitando las visitas incluso de los miembros de su familia. Era un joven de grandes conocimientos, un buen estudiante y un músico de rara habilidad. Su figura era remarcable por su gracia natural, y su rostro –su rostro natural- era como el de Antinoo. Pero en la parte de atrás de su cabeza había otra cara, la de una chica muy guapa, “adorable como un sueño, atroz como un demonio”. El rostro femenino era una mera máscara, “ocupando sólo una pequeña zona de la parte posterior del cráneo, aunque mostrando signos de inteligencia de aire maligno”. Se la había visto sonriendo y burlándose mientras Mordrake lloraba. Sus ojos seguían los movimientos del espectador, y sus labios se movían sin cesar. La voz era inaudible pero Mordrake aseguraba que durante la noche no podía conciliar el sueño debido a los odiosos susurros de su “gemela diabólica” como él la llamaba, “que nunca duerme, pero que me habla de tales cosas de las que sólo se oyen en el infierno. La imaginación no puede concebir las tentaciones espantosas en las que me envuelve. Por alguna imperdonable maldad de mis antepasados estoy cosido a este demonio – porque estoy seguro que es un demonio. Yo ruego y suplico para que lo eliminéis del mundo, aunque yo muera”. Estas eran las palabras del desventurado Mordrake a Manvers y Treadwell, sus médicos. Aunque lo vigilaban constantemente consiguió procurarse veneno, debido a lo cual murió, dejando una carta en la que pedía que la “cara demoníaca” fuera destruida antes de su funeral, “para que no continuase con sus espantosos susurros en la tumba”. Por petición propia fue enterrado en tierra baldía, sin ninguna lápida o marca que dejara constancia de su tumba.”
Pobre Edward
¿Has oído lo que dicen de edward?
En la parte de atrás de su cabeza
Tenía otra cara
Era la de una mujer
O la de una joven.
Decían que quitársela lo mataría
Así que el pobre edward estaba perdido
La cara reía y lloraba
Era su hermana gemela malvada
Por las noches ella le hablaba
De cosas solo mencionadas en el infierno
Era imposible separarlos
Encadenados juntos de por vida
Al final, la campana dobló por su condena
Alquiló unas habitaciones
Y se ahorcó con ella
De los barrotes del balcón
Algunos todavía creer que se liberó de ella
Pero yo la conocía muy bien
Y digo que le llevó al suicidio
Y se llevó al pobre Edward al infierno...
De acuerdo a las historias que se cuentan de él, el rostro no podía hablar ni comer, pero podía reír y llorar.
Edward suplicó a los médicos que le extrajeran este gemelo demoniaco porque, supuestamente, le susurraba cosas horribles en la noche, pero ningún médico se atrevió a intentarlo.
Edward cometió suicidio a la edad de 23 años.
En él se dice que Edward Mordrake era heredero de una familia noble de Inglaterra, su gemelo parásito era en realidad ella y hasta se escribió una opera con su historia llamada "Poor Edward".
Además encontré este otro relato:
“Una de las historias más raras así como de las más melancólicas de la deformidad humana es la de Edward Mordrake, quien iba a ser el heredero de una de las familias más nobles de Inglaterra. Sin embargo nunca reclamó el título y se suicidó a los veintitrés años. Vivía en un retiro absoluto, evitando las visitas incluso de los miembros de su familia. Era un joven de grandes conocimientos, un buen estudiante y un músico de rara habilidad. Su figura era remarcable por su gracia natural, y su rostro –su rostro natural- era como el de Antinoo. Pero en la parte de atrás de su cabeza había otra cara, la de una chica muy guapa, “adorable como un sueño, atroz como un demonio”. El rostro femenino era una mera máscara, “ocupando sólo una pequeña zona de la parte posterior del cráneo, aunque mostrando signos de inteligencia de aire maligno”. Se la había visto sonriendo y burlándose mientras Mordrake lloraba. Sus ojos seguían los movimientos del espectador, y sus labios se movían sin cesar. La voz era inaudible pero Mordrake aseguraba que durante la noche no podía conciliar el sueño debido a los odiosos susurros de su “gemela diabólica” como él la llamaba, “que nunca duerme, pero que me habla de tales cosas de las que sólo se oyen en el infierno. La imaginación no puede concebir las tentaciones espantosas en las que me envuelve. Por alguna imperdonable maldad de mis antepasados estoy cosido a este demonio – porque estoy seguro que es un demonio. Yo ruego y suplico para que lo eliminéis del mundo, aunque yo muera”. Estas eran las palabras del desventurado Mordrake a Manvers y Treadwell, sus médicos. Aunque lo vigilaban constantemente consiguió procurarse veneno, debido a lo cual murió, dejando una carta en la que pedía que la “cara demoníaca” fuera destruida antes de su funeral, “para que no continuase con sus espantosos susurros en la tumba”. Por petición propia fue enterrado en tierra baldía, sin ninguna lápida o marca que dejara constancia de su tumba.”
Pobre Edward
¿Has oído lo que dicen de edward?
En la parte de atrás de su cabeza
Tenía otra cara
Era la de una mujer
O la de una joven.
Decían que quitársela lo mataría
Así que el pobre edward estaba perdido
La cara reía y lloraba
Era su hermana gemela malvada
Por las noches ella le hablaba
De cosas solo mencionadas en el infierno
Era imposible separarlos
Encadenados juntos de por vida
Al final, la campana dobló por su condena
Alquiló unas habitaciones
Y se ahorcó con ella
De los barrotes del balcón
Algunos todavía creer que se liberó de ella
Pero yo la conocía muy bien
Y digo que le llevó al suicidio
Y se llevó al pobre Edward al infierno...
El Gato
Lo que ocurrió es tan bizarro, paranormal e
ilógico que no podría imaginar que mucha gente crea lo que estoy por
contar. Soy un escritor de una editorial muy exigente, justo había
terminado una buen libro de auto superación, pero tenía errores y me
habían obligado a corregirlos para entregarlo de nuevo una semana
después.
“Siempre fui un amante de los animales y no estoy en mi ciudad natal, vine por que en esta ciudad esta el plantel principal de la editorial, solo estoy de viaje y vengo de lejos, no pude traer mis mascotas por lo largo del viaje, estoy en un pequeño departamento sin compañía, iba directo a una tienda de mascotas para conseguir un compañero temporal, y no sentirme solo mientras estaba encerrado arreglando los pequeños errores del libro
“Camino hacia el lugar me tope con un gato, no tenia ojos, extrañamente no me dio miedo, incluso me dio lastima, así que decidí tomarlo. Justo ahora me arrepiento de haberlo hecho.
“Lo lleve a revisar a con un veterinario para ver que no tuviera algo grave, solo tenia una pequeña infección en la pierna, pero apenas estaba emergiendo, así que fue fácil erradicarla, en la sala del veterinario era fácil notar que yo era el único al que no le daba asco la situación del gato, nunca le puse nombre, tanto por que no me dio tiempo, como que todavía no me quería encariñar tanto con el.
“Una vez en casa lo deje que jugara libre por el apartamento, a pesar de estar ciego parecía saber exactamente donde estaba y como moverse por el lugar, no me pareció extraño, solo pensaba en lo prepotente que se ha de sentir el pobre animal.
“Mientras el jugaba, yo comencé a corregir los primeros errores del libro en mi laptop. Inmediatamente me fui a dormir, todo normal, fue a la mañana siguiente cuando todo comenzó.
“Créanme o no, cuando desperté, había frente a mi, yo volteando directamente al techo, un hombre viéndome a los ojos, parado a un lado de mi cama, o eso creía que hacía, pues ese hombre no tenia ojos con que verme, solo veía un par de cuencas vacías, grite como cualquier persona normal lo haría, estaba paralizado, en eso el hombre se deja caer al piso para andar a cuatro patas, se acurruca en una esquina, saca de su bolsa una libreta con una pluma y comienza a escribir.
“Tuve la fuerza de levantar la cabeza, el hombre no reaccionó, poco a poco me levante, aprovechando lo concentrado que estaba él en su libreta, me acerqué a la puerta y la intente abrir, tenia algo abajo que lo atoraba, intente sacarlo, cada vez con mas desesperación y sin ningún efecto positivo. Me acerqué a la ventana, estaba tapizada de mucho papel de libreta, era la base en la que había comenzado a escribir mi libro, apenas pocos rayos de luz entraban, lo suficiente para iluminar la habitación, intente quitarlos pero parecían estar perfectamente aferrados a la ventana, la golpeé sin un buen resultado.
“Volteé y desde su esquina el hombre me estaba observando fijamente, con la fuerte oscuridad interna de sus ojos, con mucho miedo y temblando demasiado me esforcé en preguntarle: “¿quien eres?, ¿qué quieres de mi?” recibí un fuerte maúllo a cambio, me hizo pensar un poco y busqué un poco en el cuarto, aun temblando y con su mirada inexistente, fija y penetrante encima de mi, no veía al gato ciego en ningún lado, entonces lo noté, aquello que tanto me observaba era mi gato
“Al notar que me había dado cuenta de lo que ocurría, el se me acercó, yo desesperado intentaba alejarme de el en vano, y se arrulló conmigo ronroneando, a estas alturas yo estaba a punto de llorar, cuando vi que se durmió, intenté pensar alguna solución, en ese momento no pude hacer nada, pues si me movía seguro el se despertaría, sin saber como ni porqué, caí dormido.
“Desperté y el estaba de nuevo en su esquina escribiendo en su pequeña libreta, esta vez volteando hacia mi varias veces para luego continuar escribiendo en su libreta, me levante, esta vez con mas confianza por que note que el no planeaba hacerme daño, me dio hambre, entonces volvió el pánico de nuevo, estaba encerrado en mi propia habitación, no podía salir a la cocina, no tenia que comer. Mientras pensaba esto escuché un pequeño crujido, era el estomago del gato, los dos volteamos al mismo punto, su pansa, luego el me volteó a ver a mí, sin nada que hacer, y yo con los nervios de punta por su mirada oscura tan penetrante le dije un poco tartamudo: “no puedo salir a la cocina, solo si me dejas salir podremos comer” al oir esto me observó por dos segundos mas y volvió a su libreta, pensé y busqué soluciones, no había ninguna, estaba y sigo encerrado aquí, con él.
“Solo pude pensar en una cosa, en un solo plan: que me rescataran, en menos de una semana la editorial notara que no aparecí, intentaran contactarme, no responderé, hablaran a la policía e irrumpirán aquí, si el gato pudo volverse humano, o humanoide, o lo que quiera que sea eso, podrá volver a lo que antes fue, entonces parecerá que simplemente me encerré yo solo aquí, y el gato saldrá inocente y atrapara a alguien mas, en este momento comienzo a escribir esto, para que cuando entren aquí y me vean muerto de hambre, lean esto y se encarguen del maldito gato".
“Han pasado tres días de lo ultimo que escribí, muero de hambre y parece ser que el también, pero no hace nada, sigue escribiendo, sigue observándome, pareciera que me analiza, soy su experimento, soy su muñeco de prueba, ¿Qué quiere de mi?, ¿por qué hace esto?, ¿no fui al único al que se lo ha hecho?, quiero salir de aquí, quiero que ese gato se aleje de mi, no le puedo hacer nada, no cambiaria nada, seguiré atrapado aquí si lo mato, debo seguir su juego, terminar su prueba, quizás así me deje salir, quizás así quede en libertad, solo debo esperar, dejarlo a el terminar, no preocuparme y seguir tranquilo, estoy al borde de la locura, ayuda por favor, AYUDA, AYUDENME, NO QUIERO SEGUIR AQUÍ, AYUDA!”
Texto encontrado junto a un cuerpo dentro del departamento, el cuerpo se encontró en la cama, sobre el un gato negro y sin ojos, al cuerpo le faltaban partes de su piel, debajo de las manos habían restos de carne, los policías antes de leer esto creían que el estrés había llevado al escritor al borde de la locura, para encerrarse el solo y alimentar a su gato y el mismo con su propia carne, el diario encontrado a un lado del cadáver dio a entender otra cosa, en cuanto los policías entraron al cuarto el gato volteó y los miró con la profunda oscuridad de sus cuencas vacias, miro fijo a uno de los policias allí presentes y extrañamente ese fue el único al que el pánico no poselló, tomo al gato entre sus brazos mientras registraban el lugar, al irse todos, y que nadie aun leyera el diario, ese policía se fue directo a su casa con el felino, desde hace 4 días no se tienen noticias de el ni de su familia.
“Siempre fui un amante de los animales y no estoy en mi ciudad natal, vine por que en esta ciudad esta el plantel principal de la editorial, solo estoy de viaje y vengo de lejos, no pude traer mis mascotas por lo largo del viaje, estoy en un pequeño departamento sin compañía, iba directo a una tienda de mascotas para conseguir un compañero temporal, y no sentirme solo mientras estaba encerrado arreglando los pequeños errores del libro
“Camino hacia el lugar me tope con un gato, no tenia ojos, extrañamente no me dio miedo, incluso me dio lastima, así que decidí tomarlo. Justo ahora me arrepiento de haberlo hecho.
“Lo lleve a revisar a con un veterinario para ver que no tuviera algo grave, solo tenia una pequeña infección en la pierna, pero apenas estaba emergiendo, así que fue fácil erradicarla, en la sala del veterinario era fácil notar que yo era el único al que no le daba asco la situación del gato, nunca le puse nombre, tanto por que no me dio tiempo, como que todavía no me quería encariñar tanto con el.
“Una vez en casa lo deje que jugara libre por el apartamento, a pesar de estar ciego parecía saber exactamente donde estaba y como moverse por el lugar, no me pareció extraño, solo pensaba en lo prepotente que se ha de sentir el pobre animal.
“Mientras el jugaba, yo comencé a corregir los primeros errores del libro en mi laptop. Inmediatamente me fui a dormir, todo normal, fue a la mañana siguiente cuando todo comenzó.
“Créanme o no, cuando desperté, había frente a mi, yo volteando directamente al techo, un hombre viéndome a los ojos, parado a un lado de mi cama, o eso creía que hacía, pues ese hombre no tenia ojos con que verme, solo veía un par de cuencas vacías, grite como cualquier persona normal lo haría, estaba paralizado, en eso el hombre se deja caer al piso para andar a cuatro patas, se acurruca en una esquina, saca de su bolsa una libreta con una pluma y comienza a escribir.
“Tuve la fuerza de levantar la cabeza, el hombre no reaccionó, poco a poco me levante, aprovechando lo concentrado que estaba él en su libreta, me acerqué a la puerta y la intente abrir, tenia algo abajo que lo atoraba, intente sacarlo, cada vez con mas desesperación y sin ningún efecto positivo. Me acerqué a la ventana, estaba tapizada de mucho papel de libreta, era la base en la que había comenzado a escribir mi libro, apenas pocos rayos de luz entraban, lo suficiente para iluminar la habitación, intente quitarlos pero parecían estar perfectamente aferrados a la ventana, la golpeé sin un buen resultado.
“Volteé y desde su esquina el hombre me estaba observando fijamente, con la fuerte oscuridad interna de sus ojos, con mucho miedo y temblando demasiado me esforcé en preguntarle: “¿quien eres?, ¿qué quieres de mi?” recibí un fuerte maúllo a cambio, me hizo pensar un poco y busqué un poco en el cuarto, aun temblando y con su mirada inexistente, fija y penetrante encima de mi, no veía al gato ciego en ningún lado, entonces lo noté, aquello que tanto me observaba era mi gato
“Al notar que me había dado cuenta de lo que ocurría, el se me acercó, yo desesperado intentaba alejarme de el en vano, y se arrulló conmigo ronroneando, a estas alturas yo estaba a punto de llorar, cuando vi que se durmió, intenté pensar alguna solución, en ese momento no pude hacer nada, pues si me movía seguro el se despertaría, sin saber como ni porqué, caí dormido.
“Desperté y el estaba de nuevo en su esquina escribiendo en su pequeña libreta, esta vez volteando hacia mi varias veces para luego continuar escribiendo en su libreta, me levante, esta vez con mas confianza por que note que el no planeaba hacerme daño, me dio hambre, entonces volvió el pánico de nuevo, estaba encerrado en mi propia habitación, no podía salir a la cocina, no tenia que comer. Mientras pensaba esto escuché un pequeño crujido, era el estomago del gato, los dos volteamos al mismo punto, su pansa, luego el me volteó a ver a mí, sin nada que hacer, y yo con los nervios de punta por su mirada oscura tan penetrante le dije un poco tartamudo: “no puedo salir a la cocina, solo si me dejas salir podremos comer” al oir esto me observó por dos segundos mas y volvió a su libreta, pensé y busqué soluciones, no había ninguna, estaba y sigo encerrado aquí, con él.
“Solo pude pensar en una cosa, en un solo plan: que me rescataran, en menos de una semana la editorial notara que no aparecí, intentaran contactarme, no responderé, hablaran a la policía e irrumpirán aquí, si el gato pudo volverse humano, o humanoide, o lo que quiera que sea eso, podrá volver a lo que antes fue, entonces parecerá que simplemente me encerré yo solo aquí, y el gato saldrá inocente y atrapara a alguien mas, en este momento comienzo a escribir esto, para que cuando entren aquí y me vean muerto de hambre, lean esto y se encarguen del maldito gato".
“Han pasado tres días de lo ultimo que escribí, muero de hambre y parece ser que el también, pero no hace nada, sigue escribiendo, sigue observándome, pareciera que me analiza, soy su experimento, soy su muñeco de prueba, ¿Qué quiere de mi?, ¿por qué hace esto?, ¿no fui al único al que se lo ha hecho?, quiero salir de aquí, quiero que ese gato se aleje de mi, no le puedo hacer nada, no cambiaria nada, seguiré atrapado aquí si lo mato, debo seguir su juego, terminar su prueba, quizás así me deje salir, quizás así quede en libertad, solo debo esperar, dejarlo a el terminar, no preocuparme y seguir tranquilo, estoy al borde de la locura, ayuda por favor, AYUDA, AYUDENME, NO QUIERO SEGUIR AQUÍ, AYUDA!”
Texto encontrado junto a un cuerpo dentro del departamento, el cuerpo se encontró en la cama, sobre el un gato negro y sin ojos, al cuerpo le faltaban partes de su piel, debajo de las manos habían restos de carne, los policías antes de leer esto creían que el estrés había llevado al escritor al borde de la locura, para encerrarse el solo y alimentar a su gato y el mismo con su propia carne, el diario encontrado a un lado del cadáver dio a entender otra cosa, en cuanto los policías entraron al cuarto el gato volteó y los miró con la profunda oscuridad de sus cuencas vacias, miro fijo a uno de los policias allí presentes y extrañamente ese fue el único al que el pánico no poselló, tomo al gato entre sus brazos mientras registraban el lugar, al irse todos, y que nadie aun leyera el diario, ese policía se fue directo a su casa con el felino, desde hace 4 días no se tienen noticias de el ni de su familia.
la mujer del pasillo
Esta historia trata sobre un chico que trata de hacer contacto con su
abuela ya fallecida,pero no sabe lo que le espera.
Una noche de Halloween, por hacer algo de miedo, jugamos a la Ouija, cosa de la que siempre me arrepentiré.
La noche era fría, en el ambiente se notaba un aroma extraño, no sé definirlo con palabras; unos amigos y yo buscamos una vieja Ouija que mi familia siempre ha tenido guardada, era de mi bisabuela, la cual había muerto cuando yo aún no había nacido, y siempre había querido conocerla. Mis amigos hacían eso por diversión, yo por un fin, quería hablar con mi bisabuela. La Sesión comenzó, entre risas mis amigos bromeaban, yo estaba muy serio, concentrado, pero ellos no lo notaron, hasta que cayó un rayo que iluminó toda la habitación oscura, seguido de un trueno, que estremeció hasta el último de mis huesos. Asustados por el rayo, mis amigos, se quedaron en silencio, como yo, concentrándose, de repente, el puntero de la Ouija comenzó a moverse, preguntamos al unísono, quién era, pero no respondió. El puntero se movía sin cesar de un lado para otro, sin formar palabras. Al final paró, y lentamente, formó las siguientes palabras: "Estoy yendo a por ustedes". Llamaron a la puerta, pero nadie se atrevió a abrirla, oímos la voz de quien llamaba, era una mujer, estaba en el pasillo, gritaba por entrar a mi habitación, el cerrojo estaba echado, no podía entrar, pero parecía que iba a tirar la puerta abajo. La mujer gritaba desesperada, la puerta iba a caer, así que empujamos la cama para atrancarla. La mujer cada vez más desesperada, gritaba mi nombre. Yo tuve el impulso de abrir la puerta, pero me contuve, esos gritos eran desesperados. Entonces me di cuenta, era mi bisabuela, algo me lo decía, aunque no podía explicar cómo lo sabía. Me lancé a abrir la puerta, quería verla, tenía que verla, pero mis amigos me agarraron. Los gritos cesaron, una de mis amigas, tuvo un ataque de nervios, nos acercamos a consolarla, pero una voz grave y fuerte salió de ella diciendo que no nos acercáramos, nos quedamos de piedra. La mujer del pasillo comenzó a gritar de nuevo: "¡Se los advertí, y no me hicistes caso, ahora moriras!". Mi amiga comenzó a moverse de un lado a otro, diciendo que nos mataría, intentamos abrir la puerta pero no pudimos, los gritos volvieron a cesar, conseguimos abrir la puerta, yo salí primero, pero se cerró detrás de mí. Oí los gritos aterrorizados de mis amigos, histéricos, pidiendo socorro, dando patadas a la puerta para abrirla.
Escribo mi historia, cuarenta y cinco años después de que ocurriera, pues acabo de salir de la cárcel, culpado por el asesinato de mis amigos, los cuales encontré muertos cuando conseguí abrir la puerta de mi habitación.
Una noche de Halloween, por hacer algo de miedo, jugamos a la Ouija, cosa de la que siempre me arrepentiré.
La noche era fría, en el ambiente se notaba un aroma extraño, no sé definirlo con palabras; unos amigos y yo buscamos una vieja Ouija que mi familia siempre ha tenido guardada, era de mi bisabuela, la cual había muerto cuando yo aún no había nacido, y siempre había querido conocerla. Mis amigos hacían eso por diversión, yo por un fin, quería hablar con mi bisabuela. La Sesión comenzó, entre risas mis amigos bromeaban, yo estaba muy serio, concentrado, pero ellos no lo notaron, hasta que cayó un rayo que iluminó toda la habitación oscura, seguido de un trueno, que estremeció hasta el último de mis huesos. Asustados por el rayo, mis amigos, se quedaron en silencio, como yo, concentrándose, de repente, el puntero de la Ouija comenzó a moverse, preguntamos al unísono, quién era, pero no respondió. El puntero se movía sin cesar de un lado para otro, sin formar palabras. Al final paró, y lentamente, formó las siguientes palabras: "Estoy yendo a por ustedes". Llamaron a la puerta, pero nadie se atrevió a abrirla, oímos la voz de quien llamaba, era una mujer, estaba en el pasillo, gritaba por entrar a mi habitación, el cerrojo estaba echado, no podía entrar, pero parecía que iba a tirar la puerta abajo. La mujer gritaba desesperada, la puerta iba a caer, así que empujamos la cama para atrancarla. La mujer cada vez más desesperada, gritaba mi nombre. Yo tuve el impulso de abrir la puerta, pero me contuve, esos gritos eran desesperados. Entonces me di cuenta, era mi bisabuela, algo me lo decía, aunque no podía explicar cómo lo sabía. Me lancé a abrir la puerta, quería verla, tenía que verla, pero mis amigos me agarraron. Los gritos cesaron, una de mis amigas, tuvo un ataque de nervios, nos acercamos a consolarla, pero una voz grave y fuerte salió de ella diciendo que no nos acercáramos, nos quedamos de piedra. La mujer del pasillo comenzó a gritar de nuevo: "¡Se los advertí, y no me hicistes caso, ahora moriras!". Mi amiga comenzó a moverse de un lado a otro, diciendo que nos mataría, intentamos abrir la puerta pero no pudimos, los gritos volvieron a cesar, conseguimos abrir la puerta, yo salí primero, pero se cerró detrás de mí. Oí los gritos aterrorizados de mis amigos, histéricos, pidiendo socorro, dando patadas a la puerta para abrirla.
Escribo mi historia, cuarenta y cinco años después de que ocurriera, pues acabo de salir de la cárcel, culpado por el asesinato de mis amigos, los cuales encontré muertos cuando conseguí abrir la puerta de mi habitación.
Smile dog
Verá, por quince años he estado aterrada por smile dog. Smile.dog viene a
mis sueños cada noche. Sé que suena tonto, pero es real.
Hay una cualidad inefable respecto a mis sueños, mis pesadillas, que las hace completamente distintas a cualquier otro sueño realista que haya tenido.
No me muevo y no hablo. Simplemente miro hacia adelante y todo lo que puedo ver frente a mí es la imagen de esa horrible foto.
Veo a Smile.dog. Me habla.
No es un perro, se lo aseguro, aunque no sé que demonios es en realidad. Me dice que me dejará sola si hago lo que dice. Todo lo que debo hacer, según él, es "dispersar la palabra". Es como llama a sus demandas.
Y lo haré. Una semana después del incidente recibí en el correo un sobre manila sin remitente. En el interior estaba un diskette. Sin siquiera revisarlo, sabía que había en él.
Por un largo tiempo, pensé en mis opciones. Se lo podía mostrar a un extraño, a un compañero del trabajo... podría incluso enseñárselo a mi marido, por mucho que la idea me disgustara.
¿Y qué pasaría después?
Bueno, si Smile.dog mantenía su palabra, podría dormir de nuevo. Y si mentía, ¿qué haría yo? ¿Y quién me decía que algo peor no pasaría si hacía lo que el monstruo me pedía?
Así que por quince años nunca hice nada, aunque mantuve el diskette oculto. Así es. Cada noche, por quince años, Smile.dog ha venido a mí en sueños y me ordena que disperse la palabra.
Por quince años he sido fuerte, pero ha habido tiempos difíciles.
Muchas de mis víctimas en el foro donde encontré por primera vez smile.jpg dejaron de postear; oí que inclusive algunos se suicidaron. Otros se callaron totalmente, simplemente desapareciendo de la web. Ellos son los que más me preocupan.
Sinceramente espero que me perdone, Sr. L., pero el verano pasado cuando usted me contactó a mí y a mi esposo para la entrevista, yo estaba en el punto más bajo de mi vida. Decidí que iba a darle el diskette, no me importaba si Smile.dog estaba mintiendo o no, yo quería que terminara.
Usted es un extraño, alguien con quien no tenía conexión, y pensé que no me sentiría mal si usted tomaba el disquete como parte de su investigación y sellaba su destino.
Hay una cualidad inefable respecto a mis sueños, mis pesadillas, que las hace completamente distintas a cualquier otro sueño realista que haya tenido.
No me muevo y no hablo. Simplemente miro hacia adelante y todo lo que puedo ver frente a mí es la imagen de esa horrible foto.
Veo a Smile.dog. Me habla.
No es un perro, se lo aseguro, aunque no sé que demonios es en realidad. Me dice que me dejará sola si hago lo que dice. Todo lo que debo hacer, según él, es "dispersar la palabra". Es como llama a sus demandas.
Y lo haré. Una semana después del incidente recibí en el correo un sobre manila sin remitente. En el interior estaba un diskette. Sin siquiera revisarlo, sabía que había en él.
Por un largo tiempo, pensé en mis opciones. Se lo podía mostrar a un extraño, a un compañero del trabajo... podría incluso enseñárselo a mi marido, por mucho que la idea me disgustara.
¿Y qué pasaría después?
Bueno, si Smile.dog mantenía su palabra, podría dormir de nuevo. Y si mentía, ¿qué haría yo? ¿Y quién me decía que algo peor no pasaría si hacía lo que el monstruo me pedía?
Así que por quince años nunca hice nada, aunque mantuve el diskette oculto. Así es. Cada noche, por quince años, Smile.dog ha venido a mí en sueños y me ordena que disperse la palabra.
Por quince años he sido fuerte, pero ha habido tiempos difíciles.
Muchas de mis víctimas en el foro donde encontré por primera vez smile.jpg dejaron de postear; oí que inclusive algunos se suicidaron. Otros se callaron totalmente, simplemente desapareciendo de la web. Ellos son los que más me preocupan.
Sinceramente espero que me perdone, Sr. L., pero el verano pasado cuando usted me contactó a mí y a mi esposo para la entrevista, yo estaba en el punto más bajo de mi vida. Decidí que iba a darle el diskette, no me importaba si Smile.dog estaba mintiendo o no, yo quería que terminara.
Usted es un extraño, alguien con quien no tenía conexión, y pensé que no me sentiría mal si usted tomaba el disquete como parte de su investigación y sellaba su destino.
historia anonima...
El Auto Fantasma
Un hombre se encontraba
parado a la orilla de la carretera en medio de una oscura y tenebrosa
noche mientras caí un fuerte aguacero.
Esto sucedió en la madrugada de un 31 de octubre -noche de brujas-, más o menos a dos kilómetros del cruce de una vía que conducía a dos pequeños poblados. Pasaba el tiempo y el clima se ponía peor, y aún así, los pocos vehículos que transitaban a esa hora no le paraban a pesar de las señas que, en este sentido, les hacía. La lluvia era tan fuerte que apenas nuestro personaje alcanzaba a ver a unos tres metros de distancia. De repente vio cómo un extraño coche se acercaba lentamente y al final se detuvo. El hombre, sin dudarlo por lo precario de la situación, se subió al coche y cerró la puerta. Volteó su mirada y se dio cuenta, con asombro, que nadie lo iba manejando. El coche, entonces, arrancó suave y pausadamente. Aterrorizado, miró hacia la carretera y se dio cuenta, con horror desorbitante, que adelante había una curva. Mojado hasta los huesos, se siente totalmentecongelado. Asustado. comienza a rezar e implorar por su salvación al advertir su trágico destino. El hombre no ha terminado de salir de su espanto, cuando justo antes de llegar a la curva, una mano tenebrosa entra por la ventana del conductor y mueve el volante lentamente pero con firmeza. Paralizado del terror y sin aliento, medio cierra sus ojos, se aferra con todas sus fuerzas al asiento e inmóvil e impotente ve como sucedía la misma situación en cada curva del tenebroso y horrible camino, mientras la tormenta aumentaba su fuerza. Nuestro asustado personaje, sacando fuerzas de donde ya no quedaban, se baja del coche y se va corriendo hacia el pueblo más cercano. Deambulando, todo empapado, se dirige hacia una fonda que se percibe a lo lejos. Entra en ella, y a pesar de la hora, pide dos "tragos dobles" de aguardiente y, temblando aún, les empieza a contar a los pocos contertulios que hay, la horrible experiencia por la que acababa de pesar y presenciar. Se hizo un silencio casi sepulcral ante el asombro de todos los presentes. El miedo asomaba por todos los rincones del lugar. |
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